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martes, febrero 19, 2008

Dimanchy estaba esperanzado saldría favorecido hoy con una decisión

RAMÓN CRUZ BENZÁN

ramon.benzan@listindiario.com

SANTO DOMINGO.- El merenguero Domingo Antonio Concepción Ramírez (Dimanchy) acudió hoy temprano por ante el Segundo Juzgado de la Instrucción Distrito Nacional, con la esperanza de que en el juicio seguido en su contra por violación a la ley de 50-88 sobre drogas saldría favorecido con una decisión a su favor.

Empero, no todo fue así, la falta al tribunal de uno de los imputados y de su abogado defensor, obligó que la jueza del Segundo Juzgado de la Instrucción aplazara para el próximo 29 de este mes el conocimiento del juicio preliminar seguido en su contra.

A su llegada al tribunal Dimanchy se declaró inocente de los hechos que se le imputan, tras considerar que no es un santo y pidió que lo investigaran con relación al decomiso de 12 paquetes de cocaína o heroína que se le atribuye.

El merenguero de los años 80, quien estuvo prófugo por otro caso de drogas exclamó: “ no soy santo, pero tampoco soy delincuente”.

La magistrada Clarivel Nivar Arias, adoptó la decisión de aplazar el juicio, tras percatarse de la ausencia de uno de los imputados y uno de los abogados de la defensa en la sala de audiencia.

Dinanchy había sido favorecido con una libertad, por el juez de la Jurisdicción Permanente del Distrito Nacional, William Garabito, tras el pago de una garantía económica de 2 millones de pesos, impedimento de salida y presentación periódica por el fiscal ajunto que tiene a su cargo la investigación. Empero la Segundo Sala Penal de la Corte de Apelación revocó dicha decisión y dispuso su envio a la cárcel de Najayo.

Conforme con la acusación, el artista fue arrestado en la casa número 10 de la calle 26 de Este, en el exclusivo sector La Castellana, inmueble propiedad de un supuesto narcotraficante identificado como Leonardo Núñez Cedeño, donde también fueron detenidos los demás imputados.

“Hubo una confusión, yo fui a esa casa a llevar unos CD, luego ellos me apresaron, yo nunca he estado en problema de drogas, yo tenía diez años sin venir al país, creo que deben hacer una investigación más profunda, yo duré tres años en Nueva York, quiero que me investiguen, no soy santo, pero tampoco soy delincuente”.

Pedimento de juicio

La solicitud de apertura a juicio presentada por los fiscales adjuntos José Agustín de la Cruz Santiago, Karina Concepción Medina y Carlos Vidal Montilla, quienes instrumentaron el expediente en contra además de  Jesús Andrés Santana Pouriet o Ernesto Ogando de la Rosa y José Valdez Lizardo.

En la presentación de la acusación el ministerio público sostiene que en la sustancia se encontró en el interior de un bulto negro con rojo, localizado entre el pasillo del baño y una habitación de la segunda planta de la vivienda, ubicada en la calle Eduardo Martínez Saviñon y/o calle 26, del sector Los Prados.

Exponen que durante el allanamiento, Santana Pouriet o Ogando de la Rosa era el cuidador de la residencia y sobre todo el que supuestamente manejaba y realizaba las transacciones de las sustancias controladas que desde ese punto se distribuían.

Asimismo, que Dimanchy y Valdez Lizardo se encontraban en la residencia para supuestamente realizar una transacción ilícita con la droga tal y como en múltiples ocasiones anteriores habían asistido a la mencionada residencia con esos fines.

Los cargos instrumentados en contra de los imputados son en la categoría de traficante y comercialización de estupefacientes.

La Fiscalía solicita acoger en todas sus partes la acusación presentada en contra de los acusados y ordenar la apertura de un juicio de fondo. Asimismo, renovar la medida de coerción que pesan contra los mismos, consistente en prisión preventiva, por no haber variado en forma alguna los presupuestos que sustentan la misma.

Entre las pruebas presentadas por la Fiscalía figura un intercambio de 160 llamadas desde un teléfono perteneciente a Valdez Lizardo, en el período del 15 de septiembre al 15 de octubre, con el supuesto fin de concretizar la distribución de la sustancia controlada.