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viernes, octubre 19, 2007

Opiniòn: Los jueces


SANTO DOMINGO.-El próximo domingo, tres jueces jóvenes se enfrentarán a una decisión que puede marcar sus carreras y sus vidas.
Ellos se expondrán, ante una opinión pública expectante, a la gloria o al ridículo. Necesitarán de toda la experiencia de los jurisconsultos de antaño y tendrán que armarse de todos los nuevos principios del derecho que respetan a la persona del procesado con la misma fuerza con que aborrecen el delito.
Confiamos en que sus deliberaciones hayan podido ser llevadas a cabo sin interferencias de uno u otro lado. Solos, con el Cristo al frente y con la ley en las manos.
La decisión que emitan el domingo no debe ser complaciente sino basada estrictamente en su evaluación de las pruebas, en su conocimiento de las leyes y en su espíritu de Justicia. Ni las presiones de un sector de la opinión pública, ni el miedo, ni la avasalladora presencia de instituciones del Estado, ni el poder económico, deben influenciar su decisión.
Cuando se enfrenten a ese momento decisivo, pueden asaltarles las humanas dudas del impacto que tendrá su decisión sobre sus carreras, su reconocimiento social y hasta sobre su integridad física. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que cuando el juez se sobrepone a todos los miedos y se rige por su sentido de la Justicia, la sociedad y sus colegas lo respetan y lo admiran. El ejemplo de una jueza como Miriam Germán, para citar sólo un caso, debiera bastar para que un juez asaltado por esos legítimos temores, adquiera la certeza de que lo único que asegura la carrera de un juez es actuar de acuerdo a ley, "sin favor ni temor".
Eso esperamos de los jueces dominicanos, sin importar el peso del caso que tengan en sus manos y los ruidos que se oigan en la calle. atejada@diariolibre.com. Mas informaciòn